Que el celular se caiga y la pantalla se raye o se fragmenta en cientos de pedazos es algo relativamente normal, de hecho, si se investiga por el número de personas que tienen un teléfono en este momento y se pregunta por las veces que se les ha roto la pantalla, más del 90% dirá que al menos una vez les ha pasado. Todos esos son accidentes espontáneos, suceden de un momento a otro y pareciera que no pueden evitarse, pero siempre hay una manera de evitar que eso suceda.